Llegó el momento. El curso terminó y el lunes no volverás al colegio. Ha sido un camino largo,
que comenzó para muchos de vosotros hace 9 años. Otros
vinisteis después y juntos habéis crecido compartiendo
vuestras vidas, han sido muchas horas de clase y muchos
recreos, muchos juegos , risas y alegrías; también algunas
lágrimas, peleas y discusiones; todos esos momentos,
también esos últimos, os han servido para forjar
vuestro carácter y para que seáis como sois. Los problemas, los
conflictos, las dificultades son parte de la vida, no se pueden evitar, y
hay que convertirlos en una oportunidad para aprender y crecer. Créeme si te
digo que en la vida aprenderás más de tus errores que de tus aciertos.
Comienza ahora una nueva etapa. El
temido Instituto, que parecía tan lejano , ya está aquí. Pero no
temas, no debes tener miedo. Es verdad que tras tantos años en el cole,
todo va a cambiar de pronto: los profes, los amigos, las clases, los horarios,
los libros, tú mismo vas a cambiar … te esperan nuevos retos y nuevos
desafíos. No deja de ser una nueva aventura que no emprendéis con las
manos vacías. En la “mochila” lleváis todo lo necesario: no me
refiero a eso, al estuche, los cuadernos y los libros. Ni siquiera
al nivel de conocimientos en mates o lengua.
Cuando
yo estudiaba me enseñaron que los alumnos “no son cubos que hay que llenar sino
llamas que hay que encender”. Lo que de verdad os será necesario, la llama que
debemos encender, será una buena dosis de curiosidad.
Pregúntate el porqué de las cosas, no te conformes, el saber
no es solo lo que viene en los libros o lo que dice el profe; aprende
pero duda de lo que aprendes, que no te venzan sin convencerte, defiende
tus ideas con la palabra, con educación, con diálogo y con pasión, con argumentos, pero
con pasión; no te limites a “cumplir” para sacar un sufí, no “todo”
vale, esfuérzate en dar todo lo que tienes, por superarte cada día,
pon los cinco sentidos en cada cosa que hagas y lo mejor de
ti . Y añade dos “sentidos” más: el sentido
común y el sentido del humor. Son tan necesarios como los otros cinco. No se trata de hacer lo que uno quiere si no
de querer lo que uno hace. Que no te importe fallar y equivocarte, tienes
derecho a equivocarte, a no saber todo ni a aprenderlo todo a la
primera, pero recuerda que también tienes la obligación de intentarlo con todas
tus fuerzas. Voluntad y esfuerzo, esas son las llaves que
abrirán todas las puertas.
Aprovecha todas las oportunidades porque
hay trenes que sólo pasan una vez. La
primera es estudiar. Con los recortes que el gobierno de Rajoy está haciendo en Educación, muchos jóvenes han tenido y tendrán que dejar de estudiar por no tener dinero para pagarlo y no tener becas ni ayudas. Este curso hemos hablado de la explotación
infantil, del hambre, de la miseria, de la pobreza de muchas personas en este
mundo. Ellos no tienen esa oportunidad, nunca podrán estudiar ni ir a la
escuela. Recordad a los ancianos que
estuvieron con nosotros en clase, cómo brillaban sus ojos al recordar cuando
eran niños y tuvieron que dejar la escuela, recordad las palabras de Vicente. Otros niños caminan
kilómetros para poder asistir al colegio porque saben que es la manera de ser
mejor, de progresar, de crecer y tener oportunidades en la vida. Nuestro
mundo (¿no era el mismo?) es diferente.
Pero sería imperdonable que nos
conformáramos con “ir” al cole o al instituto y “pasar las horas” sentado en un
pupitre, calladitos, escuchando 5 horas las palabras de los mayores. No se
aprende tan solo escuchando. Aprender
es encontrar respuestas por ti mismo a
las preguntas que tú te plantees, con la ayuda de los adultos, padres y
profesores, que caminamos a tu lado pero tan sólo eso. Nadie puede aprender por
ti. O lo haces tú, o no lo hará nadie. Recuerda: en la clase no se está, en
clase “se vive”.
Como profesor estoy bastante satisfecho.
Triste por la despedida pero satisfecho. Y no porque hayáis
aprendido muchas mates o lengua (que también, diréis vosotros) . Mi
primer objetivo no era ése: seguro que podréis enfrentaros a esos
contenidos de manera provechosa en un futuro. Mucho más importante es
aprender esas otras cosas que no vienen en los libros pero que son imprescindibles
para nuestro futuro: ser responsable, ser exigente contigo
mismo, aprender a convivir, a dialogar con argumentos; a reflexionar; a trabajar en equipo; a escuchar a los demás;
a ser solidario con aquellos más necesitados; a ser sincero y honesto; a ser
curioso, y no poner puertas ni límites a tus ganas de aprender y de
saber. No te conformes con ser espectador, debes ser actor de tu
propia vida.
Disculpad por aquellos errores que como profesor haya
podido cometer. Nadie es infalible, los profesores tampoco. Cada día
tomamos muchas decisiones y , por supuesto, no todas son acertadas. Somos vuestros “aliados” en esta
batalla del aprendizaje pero no tenemos todas las respuestas. Nuestra labor es
trabajar no cara a cara, sino codo con codo, a vuestro lado, reconociendo que
no tenemos respuesta para todo pero que estamos dispuestos a sentarnos juntos y
buscar la mejor solución. También
nosotros vamos a la escuela a aprender, mientras enseñamos. Y es que en la tarea de aprender no hay exalumnos.
Todos los días al
levantarme me planteo una pregunta, y no es ¿qué les diré hoy a mis alumnos?
¿qué les voy a contar sobre este tema o este asunto?. No es eso.
Me pregunto siempre ¿Qué voy a proponerles que hagan? El ser humano no aprende por contacto con el
saber de otro, ya sea el libro o el profe. Se aprende mediante la
actividad y la reflexión. Lo que sí
puedo aseguraros es que en cada minuto he puesto mi mejor intención para sacar lo mejor de vosotros
mismos. Ya sé que el precio ha sido alto y que te ha podido resultar
difícil. Si te he exigido es porque creo en ti. Mi primera obligación no es enseñaros muchas cosas, es suscitar en
vosotros el deseo de aprender porque solo con esa actitud os convertiréis en
ciudadanos activos y os podréis enfrentar con más recursos a un futuro que
desgraciadamente no parece que vaya a ser fácil.
Ahora es tiempo de vacaciones. Y como os
digo siempre que hay que “saber estar”, toca descanso y diversión.
Aprovecha el verano para disfrutar y pasarlo bien: lee un poquito (lo que te
guste) y haz algo de deporte (si es con amigos o con la familia, mejor todavía)
y relájate. En septiembre comienza un
nuevo curso y, hayas aprobado o suspendido,
tendrás que plantearte nuevos objetivos de cara al futuro. Reflexiona sobre este curso, piensa honestamente sobre tus puntos fuertes
y tus puntos débiles y hazte un plan de
mejora. Y , sobre todo, cúmplelo.
La casualidad hizo que nos encontráramos
en el camino. Ahora depende de nosotros permanecer juntos. El Ventura seguirá
siendo vuestro colegio y aquí me tenéis para lo que sea necesario.
Te deseo todo el éxito del mundo.
Mejor el éxito que la suerte porque la suerte depende del azar y el éxito del
esfuerzo y del trabajo.
Hasta pronto. ¡Buen Viaje!
Javier.
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